El proceso que hace único nuestro trabajo
Todas las piezas del Taller Ossenbach son torneadas, modeladas y terminadas manualmente.
Las pastas cerámicas y los esmaltes de alta temperatura con los que trabajamos han sido formulados y preparados en el Taller, como resultado de un complejo y largo proceso de experimentación de más de 30 años.
Después de una primera horneada a temperatura de bizcocho (900°C), las piezas son esmaltadas y llevadas a temperaturas que oscilan entre los 1180°C y 1230°C, algunas más de una vez.
Los esmaltes funden creando combinaciones de colores y texturas únicas e irrepetibles.
La excepcional belleza y calidad de nuestros esmaltes constituyen el sello distintivo de la tradición cerámica Ossenbach.
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